El niño Torres sufrió la presión

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Finalmente luego de tanta expectativa y de tanta polémica se disputó el encuentro entre el Chelsea y el Liverpool por la fecha número 25 de la Liga inglesa. El partido fue bastante entretenido, aunque el resultado tal vez se quedó bastante corto. Fue 1 a 0 en favor de los visitantes rojos, pero esa no es la verdadera noticia de la jornada, ya que hubo un doble o triple partido en paralelo con el encuentro de fútbol. Es que un derbi a parte fue el que enfrentó el delantero español Fernando Torres, por un lado con la hinchada local, y por otro con los hinchas del Liverpool.

Es así que todas las miradas del estadio estuvieron en el madrileño Fernando “Niño” Torres, jugador por el que Roman Abramovich desembolsó 58 millones de euros en la semana. Además para evitar cualquier tipo de conflictos el presidente de la institución londinense le colocó seguridad personal debido a las amenazas recibidas por los e e Anfield.

Así fue un partido muy especial para Torres. En un lado estaban los del Chelsea que lucían felices sus camisetas azules con el “9”, en homenaje a su nueva estrella española. Del otro lado, en un lugar un poco más escondido del imponente Stamford Bridge, se ubicaban aquellos hinchas que viajaron hasta Londres para exhibir con mucha tristeza y resentimiento unas camisetas con el slogan de “traidor” inscriptas en ellas.

Seguramente la presión fue demasiada para el español, ya que no participó practicamente del juego de su nuevo equipo. No estuvo a la altura del partido, y no brilló para nada. Fernando Torres no tuvo peso ofensivo y el Chelsea lo sintió. Así fue reemplazado a los 20 minutos del segundo tiempo, y vio desde el banco como el defensor del Liverpool Raúl Meireles convertía el único gol del encuentro, ese que le daría los tres puntos a su ex equipo.

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